Me gustaría haber conocido a mis verdaderos padres y jamás haber estado donde estoy ahora.
Solo quedamos mi hermana y yo en este mundo. Mi hermana pequeña de tan solo 4 años.
Estamos escondidas en el closet de "papá" si es que podemos llamarlo así.
Otra vez ha llegado ebrio a la casa.
-¡¿Donde estan niñas?!-exclama enojado y alcoholizado
Mi hermana me abraza fuertemente mientras cierra sus ojitos del miedo. La intento calmar acariciando su cabello pero la verdad es que yo tambien tengo miedo.
Amanezco por los quejidos de mi hermana. Tiene hambre, al igual que yo.
Me asomo por las rendijas del armario y veo a nuestro padre tirado en el suelo dormido.
Abro lentamente la puerta, tomo a mi hermana de la mano y corro hasta mi habitación.
Vacio todo lo que puedo en una mochila. Ropa, dinero y un poco de comida.
Tomo unas cuantas cosas de mi hermana, las hundo en la mochila y salgo de la casa agarrada de la mano de mi hermanita.
-¿A donde vamos?-pregunta con sus ojos llorosos y con su cobijita arrastrando por los suelos
-A buscar a mami-digo intentando reconfortarla con una sonrisa
Aunque en realidad no se a donde voy a ir... ni que voy a hacer.
Aparento ser fuerte pero la verdad es que no lo soy. Tomo el metro y le pido a mi hermana que descanse. De nuevo se queja porque tiene hambre. Le doy un trozo de pan que guarde.
Lo devora y apoya su cabeza en mi hombro.
Miro la ventanilla del tren y me pregunto... ¿que hare ahora?
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